martes, 24 de abril de 2012

Este contra Oeste


Está a punto de terminar la temporada regular de la NBA. La temporada regular es la fase de liga, durante la cual, en 82 partidos (este año ha sido excepción y sólo serán 66 partidos), juegan todos contra todos. Los equipos están agrupados en dos conferencias, Este y Oeste, y cada equipo juega dos partidos contra cada uno de la otra conferencia, y el resto hasta los 82 con equipos de su propia conferencia.

Una vez acabada la fase regular, empezarán los "play-off", las eliminatorias para decidir el campeón. También esta fase ha ido aumentando; al principio pasaban tres de cada conferencia, y el segundo y el tercero se jugaban el pase a la final de conferencia contra el primero. Ahora, las eliminatorias son cuatro series, cada una al mejor de 7 partidos. Un equipo puede llegar a jugar hasta 110 partidos al año: el sueño del propietario y del dueño del pabellón.

Esto de jugar 82 partidos viene del principio, 1946 (aunque entonces jugaban 75 partidos, pero poco a poco fueron aumentando el número); los primeros equipos eran propiedad de propietarios de equipos de hockey hielo, que tenían la necesidad de seguir llenando sus pabellones cuando acababa la temporada de hockey. Por lo tanto - y llegó a ser una liga de sólo 9 equipos en total-, aunque fueran pocos lo importante es que se jugaran muchos partidos.

A lo que iba. Desde hace años, cuando termina la fase regular me gusta ver la tabla de resultados y cotejar los resultados entre conferencias; es decir, miro cuántos partidos han ganado los equipos de la conferencia Este y a la suma le resto los partidos que han perdido esos mismos equipos. Si la diferencia sale positiva, significa que han ganado más que perdido, y por lo tanto en los duelos de esos equipos contra los de la otra conferencia  han tenido un saldo positivo. Y si es negativo, es al revés.
 
Este año, en este momento el saldo es de 44 victorias a favor de la conferencia Oeste. El dato en sí no tendría nada de particular, si no fuera porque hago esta cuenta desde hace muchos años y siempre, que yo recuerde, gana la conferencia Oeste.

¿Porqué me interesa este número? Si los equipos de un lado son más fuertes que los del otro, el saldo será a favor del de los equipos fuertes. Por lo tanto, es un indicador de qué conferencia es más fuerte.

Por ejemplo: este año la tabla dice que Chicago y Miami, del Este, son los mejores equipos. Son los que tienen más victorias. Pero claro, la conferencia Este es de largo más débil que la Oeste. Y Chicago y Miami juegan la mayoría de sus partidos contra equipos del Este, es decir, contra peores equipos que los   que enfrentan, por ejemplo, Lakers y Spurs, ambos del Oeste. Evidentemente, conseguir un récord positivo en el Este es más fácil.

También es más fácil clasificarse para la segunda fase en el Este: los equipos son peores, el tuerto es rey.  La mayoría de los equipos del Este no duraría dos guantadas en el Oeste. En cambio, en el Oeste se han de matar entre sí para seguir adelante.

Luego, las eliminatorias se juegan intraconferencias hasta la final. De nuevo, las eliminatorias en el Oeste son durísimas y las del Este, para Miami y Chicago, facilísimas; estos dos sólo sudarán cuando se enfrenten entre sí, en la final del Este.

Y ustedes me diran: "Entonces, la final del Oeste es la final anticipada, y el que gana es el que ganará al final, ¿no?". Pues no, porque cuando llega la final, el mejor del Este contra el mejor del Oeste, resulta que el mejor del Este suele tener mejor récord de la fase regular (ha jugado contra peores equipos) y por lo tanto tiene ventaja de campo en la eliminatoria final. Y eso pesa mucho. Aparte de que suele llegar más descansado, tanto por haber tenido unas eliminatorias más fáciles, como por haber pasado en general un curso menos exigente.

Y sin embargo, a pesar de todo eso, que gane un equipo del Este se suele seguir considerando una sorpresa; de los últimos 13 campeonatos sólo 3 fueron al Este. Lo hizo Boston en el 2008, Miami en el 2006, y Detroit en el 2004, y para renivelar la cosa ya hay que remontarse al Chicago de Michael Jordan. Ya digo que, en general, el balance está compensado, pero el favorito siempre es del Oeste.

Lo cual no deja de ser curioso, porque los equipos se surten a la vez y en el mismo mercado, y también los entrenadores salen del mismo sitio. Hay que recordar, además, que normalmente un equipo que permanece muchos años en la cumbre se renueva peor durante esos años que los demás equipos, hasta que finalmente la edad de sus campeones les pasa factura y el equipo se desploma.

¿Entonces?

Mi tesis es que, simplemente, la conferencia Oeste es mejor. Y como desde hace años los jugadores llegan muy jóvenes y sin formar, maduran jugando en la misma NBA. Con lo que aquellos que juegan en los equipos más fuertes aprenden más y se curten más que aquellos que juegan en equipos menos exigentes. Con un comentario adicional: se curte uno más en un equipo fuerte, siempre que éste no sea demasiado fuerte. Tiene que haber espacio para el que crece, si el otro está a un nivel excesivo simplemente no se puede competir con él y el débil desaparece.

Y eso es lo que pasó en la NBA. En los años 70, la alternancia de equipos era absoluta; cada año ganaba uno distinto y sólo dos equipos (del Este) repitieron en 11 campeonatos. Luego, en los 80, Lakers y Celtics dominaron sus conferencias pero no la liga. Los demás equipos crecieron a la sombra de estos dos y, en que pudieron, les dieron un hachazo. El que primero destacó fue Detroit (del Este) y luego Chicago (del Este también). 9  finales y 8 campeonatos entre los dos en 11 temporadas. En el Oeste la cosa estuvo más repartida, Portland, Utah, Seattle, Houston, Phoenix, San Antonio y también Lakers (que aguantaron más que Boston y se rehicieron antes) fueron equipos muy competitivos, pero en el Este Detroit y Chicago acabaron con todo, con un dominio insultante.

El resultado de aquellos años fue que llenaron el Este de equipos de calderilla, en los cuales ya no hubo crecimiento, y en Detroit y Chicago los grandes jugadores de la época (Thomas, Jordan y compañia) dejaron sus equipos hechos un erial, sin ningún tipo de recambios. En el Oeste, por el contrario, la idea de que se podía ganar se mantuvo en muchos equipos y les hizo esforzarse continuamente, año tras año. O, al menos, ésa es mi teoría.

Lo incuestionable es que cada año el Oeste gana un porrón de partidos más al Este. Si no es lo que yo digo, ya me dirán ustedes por qué va a ser.

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